jueves, 1 de diciembre de 2016

Morgan Freeman afirma que la llamada a la oración es uno de los sonidos más hermosos que existen

Morgan Freeman afirma que la llamada a la oración es uno de los sonidos más hermosos que existen

Mientras Israel prosigue con sus esfuerzos para prohibir el adhán, los comentarios de la estrella de Hollywood subrayaron la total falacia de la afirmación de que la llamada a la oración, que se viene haciendo cinco veces al día durante más de un milenio, es contaminación acústica.



El actor de Hollywood Morgan Freeman ha dicho que la llamada musulmana a la oración (el adhán) es uno de los sonidos más hermosos del mundo.

Mientras Israel prosigue con sus esfuerzos para prohibir el adhán, los comentarios de la estrella de Hollywood subrayaron la total falacia de la afirmación de que la llamada a la oración, que se viene haciendo cinco veces al día durante más de un milenio, es contaminación acústica.

Freeman hizo estos comentarios mientras visitaba a un imán en una mezquita durante el rodaje del documental “La historia de Dios” para el canal National Geographic.

Fuente: Middle East Monitor - Español


Jimmy Carter: Estados Unidos debe reconocer a Palestina como estado

Jimmy Carter: Estados Unidos debe reconocer a Palestina como estado

38 años después de los Acuerdos de Camp David, el compromiso con la paz está en peligro de derogación. Israel está construyendo más y más asentamientos, desplazando a los palestinos y afianzando su ocupación de tierras palestinas.



Caricatura: Vahram Muradyan

Todavía no se sabe sobre la política de la próxima administración norteamericana hacia Israel y Palestina, pero sí sabemos sobre la política de ésta, la actual administración. El objetivo del presidente Obama, ha sido apoyar una salida negociada al conflicto basada en dos estados, que vivan uno al lado del otro en paz.

Esa posibilidad está ahora en grave duda. Estoy convencido, de que los Estados Unidos todavía puede moldear el futuro del conflicto palestino-israelí antes de un cambio de presidentes, pero el tiempo es muy corto. El sencillo pero vital paso que debe tomar esta administración antes de que expire su vida el 20 de enero, es otorgar el reconocimiento diplomático estadounidense al estado de Palestina, 137 países ya lo han hecho, y ayudar a lograr la plena adhesión de las Naciones Unidas.

En 1978, durante mi administración, el primer ministro de Israel, Menachem Begin, y el presidente de Egipto, Anwar Sadat, firmaron los Acuerdos de Camp David. Ese acuerdo se basó en la Resolución 242 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que fue aprobada en las postrimerías de la guerra de 1967. Las palabras clave de esa resolución eran "la inadmisibilidad de la adquisición de territorios mediante la guerra y la necesidad de trabajar por una paz justa y duradera en Oriente Medio en el que todos los estados de la zona puedan vivir con seguridad", y la "retirada de las fuerzas armadas israelíes de los territorios ocupados en el reciente conflicto".



De izquierda a derecha, el presidente Anwar Sadat de Egipto, el primer ministro de Israel, Menachem Begin, y el presidente Jimmy Carter de los Estados Unidos en 1978 durante el anuncio de la Casa Blanca de un acuerdo de paz en Oriente Medio alcanzado en Camp David. Foto Associated Press

El acuerdo fue ratificado abrumadoramente por los Parlamentos de Egipto e Israel. Y esos dos conceptos fundamentales han sido la base para la política del gobierno de los Estados Unidos y la comunidad internacional desde entonces.

Esta es la razón por la que, en 2009, al comienzo de su primer gobierno, el Sr. Obama reiteró los elementos esenciales de los acuerdos de Camp David y de la resolución 242, llamando a un congelamiento total de la construcción de asentamientos, construidos ilegalmente por Israel en territorio palestino.Más tarde, en 2011, el Presidente dejó claro que "las fronteras de Israel y Palestina deben basarse en las líneas de 1967", y añadió: "Las negociaciones deberían dar lugar a dos estados, con fronteras palestinas permanentes con Israel, Jordania y Egipto, y fronteras israelíes permanentes con Palestina."

Hoy, sin embargo, 38 años después de Camp David, el compromiso con la paz está en peligro de derogación. Israel está construyendo más y más asentamientos, desplazando a los palestinos y afianzar su ocupación de tierras palestinas. Más de 4,5 millones de palestinos viven en estos territorios ocupados, pero no son ciudadanos de Israel. La mayoría vive en gran medida bajo un régimen militar israelí, y no votan en las elecciones nacionales de Israel.

Mientras tanto, alrededor de 600.000 colonos israelíes en Palestina disfrutan de los beneficios de la ciudadanía y las leyes de Israel. Este proceso está acelerando una realidad estatal que podría destruir la democracia israelí y dará lugar a la intensificación de la condena internacional a Israel.

El Centro Carter ha seguido prestando apoyo a una solución de dos estados al acoger conversaciones durante este mes con representantes israelíes y palestinos, buscando un camino hacia la paz. Sobre la base de la retroalimentación positiva de esas conversaciones, tengo la certeza de que si Estados Unidos reconoce al estado palestino, haría más fácil para otros países que aún no han reconocido a Palestina, a hacerlo, y abriría el camino para una resolución del Consejo de Seguridad sobre el futuro del conflicto palestino-israelí.

El Consejo de Seguridad debería aprobar una resolución donde se establecieran parámetros para resolver el conflicto. Se debe reafirmar la ilegalidad de todos los asentamientos israelíes más allá de las fronteras de 1967, dejando abierta la posibilidad de que las partes puedan negociar modificaciones. Las garantías de seguridad para Israel y Palestina es fundamental, y la resolución debe reconocer el derecho de los estados de Israel y Palestina a vivir en paz y seguridad. Otras medidas deberían incluir la desmilitarización del estado palestino, y una posible fuerza de mantenimiento de la paz bajo los auspicios de las Naciones Unidas.

Una fuerte resolución del Consejo de Seguridad subraya que los Convenios de Ginebra y otras protecciones de los derechos humanos se aplican a todas las partes en todo momento. También brindaría apoyo cualquier acuerdo alcanzado por las partes respecto de los refugiados palestinos.

El peso de un reconocimiento por parte de Estados Unidos y más miembros de las Naciones Unidas, conjuntamente con una resolución del Consejo de Seguridad sólidamente basada en el derecho internacional, sentaría las bases para el futuro de la diplomacia. Estas medidas reforzarán el liderazgo palestino moderado, a su vez, enviaría una garantía clara al público israelí sobre el reconocimiento mundial de Israel y su seguridad.

Este es el mejor - ahora, tal vez, el único - medio de lucha contra la realidad de un solo estado que Israel está imponiendo sobre sí mismo y sobre el pueblo palestino. El reconocimiento de Palestina y una nueva resolución del Consejo de Seguridad no son nuevas medidas radicales, sino una consecuencia natural del apoyo de Estados Unidos para una solución basada en dos estados.

Fuente: Jimmy Carter: America Must Recognize Palestine

Copyleft: Toda reproducción de este artículo debe contar con el enlace al originalinglés y a la traducción de Palestinalibre.org.

Fuente: Jimmy Carter, The New York Times / Traducción: Palestinalibre.org


Ministerio israelí de Transporte retira mensajes en árabe en línea de autobús

Ministerio israelí de Transporte retira mensajes en árabe en línea de autobús

El Ministerio israelí de Transportes decidió retirar los indicadores y mensajes de altavoz en árabe de una ruta de autobús en Beer Sheva, al sur del país, tras recibir numerosas quejas de los residentes, informó hoy el periódico Haaretz.



Un autobús que va desde Beer Sheva a la ciudad beduina de Hura, 4 de agosto de 2016. Foto: Eliyahu Hershkovitz

La prohibición llega una semana después de que la compañía de autobuses Dan pusiera en marcha nuevas rutas en la ciudad del Negev que, como suele ser habitual en todo Israel, ofrecen información en árabe y hebreo a través de las pantallas y altavoces.

La Alcaldía de Beer Sheva recibió decenas de quejas de los usuarios pidiendo la retirada de los anuncios en árabe, pese a ser una de las dos lenguas oficiales del Estado de Israel junto al hebreo.

"Los anuncios en árabe en los autobuses urbanos de Beer Sheva se han retirado por las quejas que ha recibido el alcalde de la localidad de pasajeros que pedían su eliminación", declaró el Ministerio de Transportes.

La notificación no explica cuál es el perjuicio que el uso del árabe además del hebreo provoca a los usuarios.

El actual titular de Transportes, Yisrael Katz, propuso en 2011 la eliminación de las señales de carretera en árabe, sugerencia que fue ampliamente criticada y finalmente no salió adelante.

Cerca del 20 por ciento de la población de Israel es árabe, en su inmensa mayoría palestinos que se quedaron en el país tras la creación del Estado, en 1948.

Fuente Haaretz: Israel Removes Arabic Announcements From Buses in South After Complaints

Fuente: Agencia EFE


Una madre palestina: 'Si Israel me arranca a mis hijos una vez más, me suicidaré'

Una madre palestina: 'Si Israel me arranca a mis hijos una vez más, me suicidaré'

Desde hace 10 años Israel impide que una mujer de Gaza casada con un israelí entre al país, donde viven sus cuatro hijos. Ahora que su marido murió la separación parece aún más desalentadora.



Jihan Abu Ta'aima con su hijo, Yusuf. Foto: Alex Levac

Durante los últimos 10 años Jihan Abu Ta'aima está obligada vivir separada de sus cuatro hijos. Vive en Khan Yunis, en la Franja de Gaza y sus hijos a un viaje de una hora de distancia, en el Negev. Aparte de las tres breves visitas que los hijos han hecho a la Franja y sus conversaciones diarias de vídeo, ella nunca los ve. El pequeño Yusuf tenía menos de un año cuando las autoridades israelíes lo separaron de ella. Ahora apenas conoce a su madre.

Yusuf nos sirve el té en la tienda de su anciano abuelo, en el pueblo beduino de Bir Hadaj. Finalmente, hace dos semanas se le permitió ver a su madre en su casa, en lo que una vez fue su casa. Era la primera vez en casi una década que le permitían entrar en Israel. Y sólo después que su padre falleciera.

Fue como resultado de las persistentes apelaciones en la ONG Gisha por la Libertad de Movimiento que Israel estuvo de acuerdo en permitir que la madre de los afligidos niños pudiera estar con ellos unos días. Sin embargo le prohibieron asistir al funeral o estar presente durante el período de duelo inicial. Ahora Israel quiere deportar a Jihan, de 35 años, y separarla de sus hijos una vez más.

En 1997 Jihan, nacida en Gaza, se casó con Suleiman Abu Habaq, un ciudadano israelí. La boda se celebró en Bir Hadaj donde vivía el novio y adonde se trasladó Jihan, a unos 40 kilómetros al sur de Beer Sheva, cerca de los kibutz Mashabei Sadeh y Revivim.

Los cuatro hijos de la pareja -Riham, Sabar, Iyad y Yusuf- son ciudadanos israelíes. Jihan inicialmente recibió una visa que le permitió permanecer en Israel como residente temporal. Pero un día, en 2007, el registro civil del ministerio del Interior le dijo que no renovarían su visado. No tenía más remedio que volver a Khan Yunis. Ella y Suleiman estaban seguros de que el asunto se resolvería rápidamente. Riham, el hijo mayor, sólo tenía 8 años en ese momento. Nadie se imaginaba que la separación de él y los demás niños sería para siempre. Pero Hamas tomó el poder en Gaza en ese momento e Israel transformó la Franja en una jaula.

En 2015, después de ocho años de separación total, Suleiman contactó con Gisha, que trabaja para facilitar la libertad de movimiento de los palestinos y las mercancías hacia y desde Gaza. Fue la primera vez que oyó hablar del "procedimiento de familias divididas" -otro enjuague de la burocracia de la ocupación- según el cual la familia podría encontrarse en la Franja. Según este procedimiento a los israelíes que tienen cónyuge o hijos en Gaza se les permite entrar y permanecer en ella durante un máximo de seis meses. A los ojos de las autoridades de la ocupación es, al parecer, un periodo de tiempo suficiente para la unificación familiar.

Pero incluso esto, lejos de ser un generoso permiso, fue recientemente endurecido: las solicitudes de Suleiman fueron rechazadas de plano o parcialmente. El pequeño Yusuf podría empacar una bolsa pequeña cada mañana con la esperanza de ir a Gaza para reunirse con su madre y al final del día tendría que desempacarlo. Su tío nos dijo que la vida de ella en Khan Yunis está marcada por el llanto constante y las crisis psicológicas.

Después de medio año de exhaustiva correspondencia entre Gisha y la Administración de Coordinación y Enlace para Gaza, este último finalmente accedió a permitir que Suleiman y los niños entrasen en la Franja de Gaza, pero sólo una semana. En febrero pasado, el día asignado, llegaron al puesto de control de Erez, sólo para descubrir que los permisos prometidos no se habían emitido. Hacerse con ellos implicó una nueva intervención de la ONG y horas adicionales de espera y desesperación.

Una semana después regresaron a Israel y en marzo presentaron una nueva solicitud para que los niños vieran a Jihan. Lo rechazaron. ¿Niños pequeños que quieren ver a su madre una vez al mes? Eso está más allá de la comprensión de la COGAT -Oficina del Coordinador de las Actividades Gubernamentales en los Territorios- que es el organismo responsable en este caso. Sólo cuando Gisha hizo un llamamiento a la unificación en el Alto Tribunal de Justicia en la Oficina del Fiscal del Estado se aprobó la solicitud y los niños vieron a su madre por segunda vez.

En agosto los hijos querían volver a verla y una solicitud para otra visita de una semana fue aprobada sin la intervención de Gisha. Sin embargo a principios de octubre Suleiman cayó mortalmente enfermo y fue hospitalizado en el centro médico Soroka de Beer Sheva. Jihan presentó una solicitud para que le permitiesen entrar en Israel para asistir a su marido moribundo y cuidar de los niños. COGAT ni se molestó en responder. Ella todavía estaba esperando respuesta cuando Suleiman, de 55 años, murió. La solicitud de Jihan para asistir al funeral fue rechazada. Sus cuatro hijos, huérfanos de padre, se quedaron también sin su madre.

El 31 de octubre Gisha se puso en contacto con el comandante de la Administración de Coordinación y Enlace para Gaza, que está subordinado a COGAT. A Jihan le dijeron que tenía que presentarse al día siguiente en el puesto de control de Erez para una "charla de seguridad". Llegó al puesto de control de Erez como le pidieron y después de una espera de cinco horas fue interrogada durante media hora. No le concedieron su petición de urgente entrada en Israel. Razones de seguridad del Estado. Los niños estaban aquí, huérfanos y en duelo, su madre estaba en la Franja, viuda y de luto. No es un problema de COGAT.

El 8 de noviembre Gisha presentó una petición en el Tribunal de Distrito de Beer Sheva contra el ministro de Defensa, el ministro del Interior, el jefe del Comando Sur y COGAT, exigiendo que a Jihan le permitan la entrada en Israel. Se fijó una audiencia para el 14 de noviembre, pero el 10 de ese mes el fiscal del Distrito Sur llamó a Gisha para informar a la ONG de que la solicitud de Jihan había sido aprobada y de que iba a recibir un permiso para entrar en Israel durante cuatro días. Ese mismo día Jihan se unió con sus afligidos hijos y posteriormente, Gisha arregló la ampliación del permiso. Jihan recibió permiso para permanecer hasta el próximo jueves, 1 de diciembre.

Bir Hadaj está en medio de la nada, al sur del nuevo y vasto enclave del ejército -Ir Habahdim, "ciudad de los campos de entrenamiento"-. El pueblo beduino fue oficialmente "reconocido" en 2003, pero aún no se ha conectado a la red eléctrica. El recinto en el que Jihan y sus hijos se quedan consiste en la gran carpa de Suleiman y, junto a ella, una chabola de estaño de dos habitaciones.

Fuimos a ver a Jihan el lunes pasado. No hay prácticamente nada para sentarse en la cabaña, con excepción de los restos desintegrados de una vieja silla de oficina. Nos sentamos en los recipientes vacíos de plástico de aceite de oliva, puestos al revés de color amarillo. Jihan se arrodilla en el suelo. Hay un palomar en el patio, una zona limpia donde se han plantado algunos cactus de nopal. La habitación de los niños está casi completamente desnuda: suelo de cemento, colchones apilados, dos televisores antiguos y un armario estropeado. Un estante soporta libros de texto y cuadernos de la escuela.

"No la hemos traído de Afganistán o Irán", dice Alí, el cuñado de Jihan. "La trajimos de la Franja de Gaza... Si Netanyahu la lleva en un helicóptero y la tira en la Franja, sus hijos se van a quedar aquí hasta que crezcan y decidan dónde quieren estar".

En respuesta a una solicitud un portavoz de COGAT envió a Haaretz la siguiente declaración: "Con el fin de residir permanentemente con sus hijos en Israel, la señora Abu Habaq tendría que presentar al ministerio del Interior la solicitud correspondiente, de conformidad con su autoridad. La Administración de Coordinación y Enlace para Gaza tiene autoridad para emitir permisos de entrada temporal sólo a los residentes de la Franja de Gaza. En cuanto a la afirmación de que la residente no se reunió con sus hijos a partir de 2007 hay que señalar que se recibieron las primeras solicitudes respecto a la familia a finales de 2015 y que durante el transcurso del año pasado, fue visitada en Gaza por los niños y por su marido tres veces. Hace dos semanas, con la muerte del marido, se aprobó su solicitud de entrada [a Israel]. La duración de su estancia incluso fue ampliada en dos ocasiones, a su pedido, por la Coordinación y Administración de Enlace. Y en la actualidad se encuentra en Israel".

Hace dos semanas Sabart fue a recibir a su madre al puesto de control de Erez junto con un familiar. No hubo una gran hafla (fiesta), pero si por alguna casualidad a Jihan se le permitiera permanecer aquí, dice Ali, entonces van a celebrar su regreso. Ella sonríe.

¿Qué pasará si usted es deportada a la Franja de Gaza?

"Me suicidaré", dice simplemente Jihan, como si fuese obvio.

¿Se siente bien aquí?

Su cara se ilumina un momento: "Estoy con mis hijos".

Se hizo un rápido videoclip en Khan Yunis en la casa de Jihan, el pasado mes de febrero, durante la primera visita de su esposo e hijos, que contiene el siguiente diálogo:

Padre: "¿Quieres estar con mamá o volver conmigo?"

Yusuf: "Quiero llevar a mamá con nosotros"

Padre: "No, mamá se queda aquí"

Yusuf: "Quiero llevar a mi mamá"

Padre: "¿Qué le dirías a la policía israelí o a un oficial del ejército?"

Yusuf: "Voy a decirle que quiero a mamá con nosotros"

Otro de los hijos: "Cuando llegue a la parte israelí voy a decir que quiero llevar a mamá con nosotros. Que no va a hacer nada malo, que no es un peligro para la seguridad y queremos llevarla con nosotros".

Fuente: Palestinian Mother: If Israel Tears Me Away From My Children Again, I'll Kill Myself

Fuente: Gideon Levy, Haaretz / Rebelión


Memoria fotográfica de Palestina antes de la Nakba

Memoria fotográfica de Palestina antes de la Nakba

La asociación Palestina BILADI ha presentado el libro ‘Memoria contra el Olvido: Una memoria fotográfica de Palestina antes de la Nakba, 1889-1948’ de Teresa Aranguren y Sandra Barrilaro.

NAIZ|30/11/2016 09:32ACTUALIZADA: 09:48



Presentación del libro en memoria de Palestina. (Marisol RAMIREZ / ARGAZKI PRESS)

El libro ha sido editado con la colaboración del Comité de Solidaridad con la Causa Árabe, la Fundación Araguaney y la Asociación Palestina BILADI. La editorial es Ediciones del Oriente y del Mediterráneo.

El libro ha sido presentado el 29 de noviembre, fecha declarada como Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino por Naciones Unidas ya que fue ese día de 1947 cuando la Asamblea General aprobó la resolución 181 sobre el Plan de Partición de Palestina.

El libro se puede conseguir en la sede de la asociación de Bilbo a 25 euros situada en la Calle Ronda 1, 1ºD o en Donostia, Zarategi Pasalekua 100, Edificio Txara 1, Gizagune 17-B.


 http://www.naiz.eus/es/actualidad/noticia/20161130/memoria-fotografica-de-palestina-antes-de-la-nakba 

Fuente: www.naiz.eus


Cómo The Guardian sigue excluyendo a los palestinos de sus páginas

Cómo The Guardian sigue excluyendo a los palestinos de sus páginas

¿Qué espacio ocupa la causa palestina en periódicos ingleses y estadounidenses?



El año pasado sobre estas fechas, hice una encuesta informativa acerca de cómoThe Guardian cubría el asunto de Palestina e Israel en sus páginas de comentarios. Los resultados no fueron buenos.

De los 180 artículos de opinión sobre el tema publicados en la sección “Comentar es gratis” del periódico desde octubre de 2013 a noviembre de 2015 (incluyendo tanto artículos impresos como online, así como contenidos de TheObserver), tan sólo 20 fueron escritos por palestinos – un 15%.

Contrastando con esto, 39 de los artículos (28%) fueron escritos por israelíes, incluidos seis de oficiales del ejército o diplomáticos y cuatro de políticos de la oposición.

Las estadísticas nos lo dejan claro: The Guardian excluía a los palestinos de sus páginas de comentarios.

Toca hacer una actualización. Una vez más, he recopilado la base de datos de artículos de opinión publicados el año pasado (del 1 de diciembre de 2015 al 27 de noviembre de 2016) buscando tres etiquetas – ‘Israel‘, ‘Gaza‘ y ‘Territorio palestino‘ – que juntas recogen casi todos los artículos relevantes.

He excluido aquellos artículos que mencionaban a israelíes y/o palestinos, pero no eran el tema principal (incluidos artículos al respecto de la política australiana). Había también artículos que abordaban distintos aspectos del debate anti-sionista y antisemita. Hablaré de ellos por separado (más adelante).

Durante el último año, The Guardian ha publicado tan sólo 20 artículos de opinión referidos específicamente a israelíes y palestinos, lo cual, incluso antes de considerar por quién y sobre qué estaban escritos, refleja una reducción en la cobertura del tema en general.

Seis estaban escritos por palestinos: por un médico de Liverpool, Salim Hammad; un profesor británico, Ahmad Samih Khalidi; el israelí Yousef Jabareen; la cantante y ciudadana israelí Mira Awad; el embajador palestino en Reino Unido, Manuel Hassassian; y el director de la Campaña de Solidaridad con Palestina, Ben Jamal.

Cinco de los 20 artículos tenían como autor a israelíes judíos: los periodistas Dahlia Scheindlin, Mairav Zonszein y Anshel Pfeffer; el ex militar oficial Ami Ayalon; y el autor David Grossman. De los demás contribuyentes, el periodista de The Guardian Jonathan Freedland y el columnista Giles Fraser escribieron cada uno dos artículos.

Si de estos artículos se extrae alguna ‘conclusión’, es que la política israelí se inclina hacia la derecha, que las ONGs humanitarias y los israelíes liberales están bajo mucha presión; y de los dos Estados está cada vez más lejos. Todas estas contienen algo de verdad, claro, pero también son muy inadecuadas.

La cantidad y el enfoque de la cobertura de los comentarios tiene un sentido de la prioridad. Por ejemplo, en el último año, sólo se escribió un artículo de opinión acerca de cada uno de estos tres temas: la aceleración de la demolición de hogares palestinos por parte de Israel; los establecimientos; y los asesinatos extrajudiciales de palestinos realizados por las fuerzas israelíes.

A modo de comparación, se escribieron tres artículos acerca exclusivamente de la inclinación hacia la derecha de Israel (por Jonathan Freedland; la activista liberal sionista Hannah Weisfeld; y la periodista Mairav Zonszein).

Quizás la ausencia más instructiva en la cobertura de comentarios de The Guardian es la de las voces de los activistas y defensores de los derechos humanos palestinos en el terreno. Sorprendentemente, en el pasado año, The Guardian no publicó ni un sólo artículo de opinión de un palestino de la Cisjordania ocupada o en la franja de Gaza.

Este parece ser un problema más amplio para las publicaciones liberales y progresistas, y no sólo limitado a The Guardian. El pasado mayo, informé de cómo el último artículo escrito por un palestino en la sección de ‘Oriente Medio’ en la revista New Statesman databa del 25 de julio de 2014. Sigue siendo el caso.

Como mencioné antes, un problema aparte, pero relevante, es la cobertura en la página de comentarios de The Guardian de los recientes debates acerca del antisemitismo y el la izquierda, el anti sionismo y el partido laborista.

Conté 15 artículos que hablasen del tema en el último año, la mayoría repitiendo – o, al menos, ayudando a establecer – la historia de que el laborismo tiene una ‘crisis’ de anti semitismo. Esto, a menudo, implicaba manchar a los activistas solidarios en Palestina, e igualar el antisemitismo y el anti sionismo.

Entre estos artículos se encuentran uno del 18 de febrero describiendo a la “izquierda estudiantil de Oxford” como “institucionalmente antisemita”; la declaración de Howard Jacobson el 23 de octubre de que el sionismo nunca se describió como una “conquista [o] expansión colonial”; y dos artículos del escritor anti palestino Nick Cohen.

El 29 de abril, Jonathan Freedland reconstruyó su indecisa defensa de Nakba, mientras que, en el aniversario de Cable Street, The Guardian le dio una plataforma al embajador israelí para atacar al “antisemitismo de izquierdas, que se esconde detrás de la máscara del anti-sionismo”.

Compare esto con EE.UU. y el propio Israel, donde el debate y la oposición explícita respecto al sionismo ha aparecido en espacios como el Los Angeles Times(la supresión de la “crítica al sionismo” es una “censura catastrófica”); y en el periódico israelí 972mag (“Es 2016 – digámosle adiós al sionismo de una vez por todas”).

En abril, el New York Times dirigió una ‘Sala de Debate’ especial sobre el sionismo, que incluyó cinco artículos de opinión – incluyendo escritos de palestinos – en los que se expresaron varios puntos de vista – incluyendo “el anti sionismo puede y debería ser anti racismo” y “el sionismo justifica la discriminación y la opresión”.

En el último año, incluso el periódico israelí Haaretz ha publicado artículos con títulos como ‘No, el anti-sionismo no es anti semitismo’ y ‘Sionistas liberales, hemos perdido a los niños’, un artículo sobre cómo “la disociación radical de los adolescentes judíos de la diáspora con Israel” se debe a que “les avergüenza que se les relacione con el sionismo”.

Sin embargo, estos no son los puntos de vista que los editores de los comentarios de The Guardian parecen pensar que necesitan o quieren los lectores británicos. Como demuestra la ausencia de voces desde Cisjordania o Gaza, o la falta de una perspectiva palestina de los problemas críticos como el sionismo en las páginas de The Guardian, Palestina no es sólo una historia – y, cuando lo es, es una historia de Israel.

Fuente inglés: How The Guardian continues to exclude Palestinians from its comment pages

Fuente: Middle East Monitor - Español