martes, 15 de marzo de 2016

Una historia inspiradora: Rani Burnat de Bil'in

Una historia inspiradora: Rani Burnat de Bil'in

Rani Burnat es un ser humano extraordinario en más de un sentido. Quedó paralitico por una herida sufrida durante la segunda intifada, aprendió a vivir el resto de su vida en una silla de ruedas, es padre de tres niños (trillizos) y continúa resistiendo a la ocupación por medios pacíficos hasta el día de hoy. Su historia es inspiradora y un claro ejemplo de la voluntad del pueblo palestino y su resistencia a la ocupación israelí ilegal.

Rani Burnat

El 30 de septiembre del año 2000, Rani Burnat iba a Ramallah desde su ciudad natal de Bil'in para una lección de conducción. Cuando llegó allí vio en una manifestación en protesta por la entrada de Ariel Sharon a la mezquita sagrada de Al-Aqsa (esto por supuesto fue el comienzo de la segunda Intifada). Rani distinguió a amigos suyos de Bil'in y como tenía tiempo de sobra decidió unirse.

A medida que la protesta aumentaba, el ejército israelí entró ilegalmente en la zona de Ramallah y desalojó a los huéspedes de un hotel cercano, a continuación, utilizaron la azotea del hotel como un mirador y se instalaron francotiradores en el lugar. El ejército israelí afirma que su entrada ilegal en tierra palestina era para proteger un asentamiento cercano ilegal israelí, ya que la manifestación se acercaba.

Rani y sus amigos estaban en el frente de la protesta, cuando un francotirador abrió fuego con una sola bala, conocida como una butterfly bullet, diseñada para continuar girando al momento del impacto, mientras que se abren hacia fuera y causando un masivo daño masivo a la entrada y a la salida.

La bala entró por la parte izquierda del cuello de Rani, perforando la arteria principal. Continuó hasta el lado derecho de su cuerpo, destrozando su médula espinal entre la tercera y la cuarta vértebra en la salida.

A medida que el fuego de francotiradores continuaba, el  caos estalló, Rani fue dejado sangrando en el suelo. Afortunadamente compañeros transeúntes los asistieron mediante la aplicación de presión en la herida en su cuello para limitar las cantidades masivas de sangre que estaba perdiendo. Luego fue introducido en un vehículo y conducido a un hospital cercano donde fue visto de inmediato por los médicos. Rani fue la primera víctima de la segunda Intifada en ser tratado. Cualquier persona que entraba en el hospital después de la intifada con sus graves heridas, sin duda habría muerto, ya que el personal y los recursos no podían hacer frente a la afluencia de heridos.

Los médicos realizaron una satura en el cuello de Rani a donde se había cortado la arteria, que se mantiene hasta el día de hoy. Él fue puesto en un coma inducido durante dos días, durante los cuales los médicos concluyeron que con las instalaciones que tenían no podían mantener a Rani vivo junto con el impresionante número de víctimas que estaban siendo ingresados en el hospital cuando la segunda intifada se intensificó.

Se decidió que Rani debía ser transferido a otro hospital con mejores instalaciones, adecuadas para cuidar de alguien con una condición tan grave, el único hospital que podía cumplir esto estaba en Jordania. Dada su condición no podía hacer el viaje por tierra, por lo que fue trasladado en un helicóptero que lo estaba esperando en la azotea del edificio del parlamento en Ramallah.

A su ingreso al hospital en Jordania, su pérdida de sangre era tan grande que se necesitaron donaciones de sangre masivas de varios donantes. Rani pasaría los próximos siete meses en el hospital, sometiéndose a varias operaciones y luchando contra repetidas infecciones. Él dice 'Lo más importante para mí en ese momento era que yo estaba vivo. Los médicos en Jordania hicieron esto posible".

Después de siete meses en Jordania, Rani pudo regresar a Palestina para su rehabilitación, un mes después de su regreso pudo volver a su casa en Bil'in a reencontrarse con sus familiares y amigos, con quienes había perdido el contacto mientras estaba en Jordania.

A continuación, tuvo que volver al hospital de Ramallah durante otros siete agotadores meses de rehabilitación. Fue durante este tiempo que la gravedad de su situación se hizo clara para él. "Fue una situación extremadamente difícil darme cuenta que tenía que pasar el resto de mi vida en una silla de ruedas, y que él lado derecho de mi cuerpo estaba paralizado". Rani es el mayor de diez hermanos de cuatro hermanos y cinco hermanas. Había querido ser electricista y habla de la impotencia que sentía en ese momento. Pero a pesar de esto, añadió, "el dolor personal que sentí fue nada comparado con el dolor que estaba sintiendo por mi familia."  Sin embargo, algo enormemente positivo pasó en la vida de Rani en medio de tanto trauma cuando se casó poco después de la intifada y se convirtió en padre de trillizos.

A medida que pasaba el tiempo, Rani aprendió a tratar con las heridas que había sufrido, pero para una cosa él no estaba preparado, fue lo que sucedió en su pueblo natal, cuando el Gobierno israelí comenzó a confiscar ilegalmente tierras de los aldeanos para construir el Muro del Apartheid y adjuntarlas a los asentamientos ilegales.

En ese momento Rani decidió convertirse en un fotoperiodista para poder informar y mostrar al mundo las horribles verdades de la ocupación israelí y lo que hace al pueblo palestino. Dice que sólo se detendrá cuando muera o la ocupación haya terminado.

Cada semana que es capaz, Rani hace el viaje por la carretera rocosa en su silla de ruedas, con una máscara de gas y cámara en la mano. Su esposa se preocupa por él cada vez que sale, pero entiende que esto es lo que debe hacer. El mismo Rani admite que cada viernes teme no volver a casa con su amada esposa e hijos, pero él sigue yendo para mostrar al mundo lo que está sucediendo.

Compañeros activistas de Israel que asisten con frecuencia a las manifestaciones de Bil'in han traducido para Rani lo que el ejército israelí está diciendo sobre él, cosas como "disparen al chico en la silla de ruedas", mientras se ríen entre ellos. A Rani le han disparado con balas de goma, un sinnúmero de cantidades de gas lacrimógeno, le han destrozado muchas cámaras, dos sillas de ruedas rotas e incluso lo han sacado de su silla de ruedas y lo han tirado al suelo. "las fuerzas de ocupación no tienen moral", añade.

Hace dos meses Rani recibió un disparo en el estómago con una foam bullet, que libera un líquido que quema la piel en el impacto. Un mes más tarde recibió un disparo en la rótula de la rodilla y también señalado por soldados le dispararon en ambos hombros con botes de gas lacrimógeno. A pesar de todo esto, continúa avanzando.

En 2005 Rani organizó una única manifestación en Bil'in para todas las personas que han sido heridas o discapacitadas desde la segunda intifada. Explica que el ejército israelí lanzó la mayor cantidad de gas lacrimógeno que se ha visto jamás utilizada, disparando directamente al grupo de personas, muchos de los cuales estaban en sillas de ruedas, y haciendo que muchos de ellos se desmayaran por la inhalación de gas lacrimógeno incluido él mismo. "Esta es la ocupación", dice Rani.

Él no cree que Israel pueda continuar así y espera que su final esté cerca, al igual que todos los palestinos. Rani narra cómo quiere poder viajar a Jenin sin controles y cómo quiere llevar a sus hijos a ver el mar. Cada palestino que ha sido suprimido por la ocupación, tienen sus propios sueños de vida sin la ocupación israelí.

"Palestina es un estado de paz, los israelíes deben ser capaces de ir y vivir en armonía en paz - contra la ocupación".

"Si usted viene a mi casa en paz le daré la bienvenida… pero si usted viene a mi casa a despojar a mi familia, yo lucharé hasta mi último aliento con todos los medios necesarios para defenderla".

Fuente: Rani Burnat from Bil’in

Copyleft: Toda reproducción de este artículo debe contar con el enlace al originalinglés y a la traducción de Palestinalibre.org

Fuente: Equipo Al-Khalil, International Solidarity Movement (Traducción: Palestinalibre.org)

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